Reichenau

La escuela de Reichenau fue uno de los centros más importantes de producción de manuscritos durante la Edad Media, influyendo en gran medida y definiendo en gran medida el estilo de la iluminación otoniana. La Armonía del Evangelio de Eusebio es un excelente ejemplo de la iluminación de Reichenau en su período tardío. Comenzando con 19 tablas canónicas, cada una única con respecto a su diseño, le sigue una perícopa del evangelio que presenta magníficas miniaturas de las diversas obras y eventos de la vida de Jesucristo. Esta espléndida iluminación presenta todas las características del arte otoniano: arquitectura de influencia clásica, fondos morados y dorados bruñidos, colores brillantes y la generosa aplicación de pan de oro.

Entre las obras maestras irreemplazables de la escuela de Reichenau se encuentra este manuscrito en la biblioteca Queriniana de Brescia, compuesto casi exclusivamente por miniaturas a toda página, iniciales y elaboradas tablas canónicas. El códice está introducido por 19 hojas, que representan 19 arcos canónicos arquitectónicos artísticamente ejecutados que enmarcan la Armonía del Evangelio creada por Eusebio en el siglo IV. Durante siglos, esta obra tardía sirvió como herramienta rápida y sistemática para encontrar los pasajes bíblicos correspondientes. Las tablas canónicas de este espléndido manuscrito están adornadas con una variedad de decoraciones lujosas y ninguna de las muchas columnas coloridas es idéntica; frontones y arcos arquitectónicos, inspirados en el estilo clásico, se alternan para formar una composición perfectamente armoniosa. Poco se sabe sobre los orígenes del manuscrito. A más tardar en el siglo XIV, el códice estaba en posesión de la alta familia italiana Lamberti, cuyo escudo de armas adorna la primera página del manuscrito. La pregunta hoy es si su contenido actual fue recopilado a partir de dos manuscritos y podría ser respondido por investigaciones futuras.

A esta primera sección le siguen las Perícopas del Evangelio e incluye once miniaturas a toda página, así como doce iniciales de lujo enfrentadas que introducen las lecturas de las distintas fiestas. El carácter solemne del libro se ve aún más subrayado por una serie de iniciales escritas sobre fondo violeta que preceden a las lecturas individuales. Los rellenos de color naranja vivo realzan aún más el colorido típico de la iluminación otoniana de Reichenau. Este manuscrito único rara vez se menciona en la literatura especializada, quizás debido a su depósito remoto, pero quien lo hace lo describe con la mayor estima. Sus 42 miniaturas e iniciales, todas ejecutadas en oro brillante, se encuentran entre los mejores ejemplos jamás creados por artistas del período otoniano. Los monumentales evangelios festivos documentan la belleza y la calidad de la iluminación de libros de Reichenau en su apogeo.